Seguidores

jueves, 11 de agosto de 2011

Esa noche no tuve la oportunidad de seguir leyendo el currículum de aquella extraña mujer. Sin duda escondía algo y ella misma lo afirmaba pero jamás lo diría, por lo menos a alguien tan desconocido como un simple médico. "Nunca diré la verdad sobre aquella noche, nunca, nunca, nunca.." Esa frase retumbó en mi cabeza durante toda la noche y no conseguí pegar ojo. La pasé entre capítulos de Aquí no hay quién viva y cabezadas de diez minutos. Claro qué a las 9 quedé totalmente en tronco, lo qué provocó qué a las 1 y media, cuando me tenía qué ir a la playa con ésta gente sintiera resaca de cocaína, maría y todo tipo de bebidas con alcohol, aunque no hubiera tomado nada. Me vestí y me maquillé (pues parecía qué me habían pegado una paliza en vez de ser tan solo un par de ojeras) lo más rápido posible para reencontrarme con mi ordenador lo antes que pudiera. Cuando acabé imprimí todas las fotos qué había echo en el psiquiátrico y me senté a esperar leyéndolas mientras esperaba a que Emma viniera a buscarme para reencontrarnos con las demás. Decidí empezar por el principio, me saltaría el currículum completo en sí, solo leería las entrevistas pero empezaría por la primera.
19/09/2002
-¿Qué pasó aquella noche, Señora Salazar?
-Ya esa pregunta me la habéis hecho, podríais dejar de perder el tiempo, si os apetece, claro está..
-Así qué te niegas a colaborar, ¿no es así?
-Ahí le has dado.
-Pues si no nos ayudas poco podemos hacer para ayudarte Ana. 
-Nunca diré la verdad sobre aquella noche.
-Entonces nunca podrás salir de aquí, si no nos das una respuesta convincente seguirás en tratamiento.
-Mire señor.. ya una vez conté lo qué pasó y mira donde estoy ahora, no pienso contar nada más ¿le queda claro?

No hay comentarios:

Publicar un comentario