Seguidores

martes, 12 de julio de 2011

Corrí, corrí como no había corrido nunca. Ruth era Fuerte, pero a la vez muy inocente... Llegué a casa de Angy en pocos minutos, lo qué normalmente era media hora. Ella estaba en la puerta con una linterna, pues apenas se veía.
-¡Su madre ha ido a buscarla por el pueblo! ¿Te vienes a la playa del cabo?-gritó.
La miré con desdén preguntándome porqué su madre no iba a buscarla allí en vez de hacer el tonto por donde no estaría.
-Sí, está bien... Pero, ¿y Bibi & Emma? 
-Han ido a la policía pero no hay tiempo... 
La miré & su mirada transparentaba el miedo que tenía.
-Estoy asustada Dani. 
-Anda, ven aquí. Dame un abrazo-le sugerí.
Ella se me acercó y nos abrazamos muy fuerte, mientras yo le susurraba al oído unas palabras alentadoras... 
-Creo qué se ha escapado. Ella estaba mal & nosotras no le echábamos cuenta Dani. Es culpa nuestra.
-¡Éh! De eso nada. Nosotros no tenemos nada qué ver con ésto-le animé- seguro qué está haciendo cualquier tontería por ahí. Anda vamos a buscarla qué es lo mejor qué podemos hacer ahora. 
Me sonrió mientras por telepatía nos decíamos sin querer qué aquello era grave. Cogimos las mochilas qué Angy nos había preparado a las dos & caminamos con paso rápido & eficaz durante un cuarto de hora hasta qué llegamos a la playa del cabo, la cual estaba formada por un conjunto de rocas qué ocultaban el mar & la arena qué se escondía detrás.
-Venga, ya sólo queda el último tramo-dijo Angy un poco más esperanzada.
Comenzamos a subir los caños poco a poco, asegurándonos de dónde colocábamos los pies. Podíamos caer al vacío & no era plan de otra desgracia más. Llegamos arriba tras varios ademanes de colocarnos bien rectas para no tambalearnos. Encendimos las linternas con el fin de encontrar algo a primera vista.
-¿Tú ves algo, Angy?-pregunté atemorizada por el increíble e imposible silencio qué había.
-No mucho la verdad, ¿& tú?
-Que vá.
-Bajemos un poco a la orilla ¿no te parece?
-Sí claro.-respondí.
Nos acercamos al agua, mientras gritábamos su nombre a todo volumen sin encontrar mayor respuesta qué nuestro propio eco, qué rebotaba en las rocas más cercanas. 
-¡RRUUUTTTTHHH! ¡RUUUUTTTTHHH! ¡Contesta jodér! - grité desesperada.
-¿RUTH?...
Pasaron horas & horas mientras gritábamos su nombre por la playa del cabo sin percatarnos de ningún movimiento, ni pista, ni nada...
-¡RRRUUUTTTTH! 
-Oye Dani, ¿& si nos sentamos un poco? Está amaneciendo & ...estoy cansada.
-Está bien-acepté, no muy convencida de que fuera la mejor idea. 
-Toma, come un poco...-dijo dándome un bocadillo envuelto en papel albal.
-Gracias.-le agradecí por primera vez en mucho tiempo. Se respiraba nostalgia en el ambiente & eso se notaba.
-No hay porqué darlas-dijo riéndose. Nunca nos habíamos dedicado palabras tan " bonitas " pues éramos las dos bastantes rancias.
Mientras comíamos la espalda comenzó a mojarse de nuevo, con los mismos síntomas. Humedad y frío. Aún así pasé de ello, no había tiempo para tonterías. Sería sudor, supuse. En ese momento, me sonó el teléfono, ponía número desconocido. Así que avisé a Angy de qué me iría a un lado a hablar a ver quién era. Me alejé a sentarme en una roca & lo cogí.
-¿Sí?-respondí diciéndome a mi misma qué sería para avisarnos de qué Ruth habría aparecido.
-¡Dani! -gritó una voz familiar a través del teléfono.
-¿Ruth?


DANI.

No hay comentarios:

Publicar un comentario